
Hay calzado prieto y molesto,
que en la zona subtabular
de nuestra galaxia gastronómica,
es desechado por pies desinhibidos
que necesitan empatizar con
dimensiones cercanas y asertivas.
"Eran muchos los que se preguntaban qué verían el uno en el otro y qué podrían tener en común."
Me escupo,
poco a poco,
por los poros,
sin dilación,
sin tregua,
sin remordimiento,
sin dirección.
Sólo aspiro
a compensar
la tormenta seca,
seca por dentro,
yerma,
voluptuosa y líquida por fuera,
como el buen vino
o el mal veneno.
En un intervalo de tiempo insignificante,
minúsculo,
intranscendente,
insuficiente para ser captado por nadie más,
inoportuno,
irreverente,
desenfadado,
atrevido,
invasor,
irracional y
sublime...
me has hecho perder la cabeza,
me has decapitado...
Y ahora
necesito urgentemente un trasplante...
o, en su defecto
más morfina,
a gotas,
envasadas
dentro
del envoltorio
que hace un momento
me ha secuestrado.
No hay cruces para todos,
tu morirás en un palo sin nombre,
sin nombre,
con hambre pero sin sed,
ahogado en tu misma hiel.
Temerosa de despertar
sigues dormida
y dormida seguirás mientras sueñes.
Y que nadie se atreva a despertarte
celoso de tus sueños.
Ya que el insomnio
se ha apoderado de este circo,
y ya nadie quiere ser trapecista,
y con tanto payaso no hay quien se ría,
y si quieres llorar
compra cebollas.
Resulta que hoy te hemos extirpado el miedo.
La cirugía practicada no ha sido sencilla,
el tumor
en fase de expansión,
empezaba a
en el brillo opacado de tus ojos.
El miedo,
se había instalado en un rinconcito,
para
pero pretendía devorarte sin avisar
y
El miedo lo contrajiste sin darte cuenta.
Venía escondido
entre las caricias y los consejos de
No pretendas, a partir de ahora, asustarte,
porque
Ya no eres un ser social, te falta el miedo.
Si no llamas demasiado la atención, no te nombrarán.
Sin nombre y sin miedo, no debes tener prisa.
V i v e, h a s t a q u e m u e r a s.
que asoma
y con su presencia
te inquieta.
Yo soy esa nube
que miras,
absorta,
en tu cielo azul.
Esa
nube negra,
de tormenta,
va a romper
sobre tu rostro
su abstracta figura.
Te has mojado,
por mi culpa?
podría romperlo en mil pedazos,
crearlo inmenso y elegante,
dibujarlo,
arañarlo, acariciarlo,
golpearlo y protegerlo.
Pero solo contigo…
odiarlo, añorarlo, o quererlo.
Sin manos
eres mi lujoso privilegio.